La obra de teatro nos presenta a una niña que perdió prematuramente a su madre y, desde entonces, está enfadada con el mundo, y a un padre que no sabe cómo romper el muro de incomunicación en el que se encerró su hija. Buscando soluciones, idea un curioso sistema: escribirle mensajes en aviones de papel que le lanza cada día desde el balcón y donde le encarga pequeñas tareas diarias como, por ejemplo, ir a devolver un libro a la biblioteca… Allí encontrará la fuerza necesaria para reconstruir su vida.
O mundo está roto pero pódese camiñar es la memoria de una niña de 10 años que se reconcilia con la vida y con su padre, después de pasar por una pérdida traumática.